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Buenas noches.

Os dejo con el post sobre cómo decir no de una manera asertiva, ojalá pueda lanzar un poquito de luz al mundo y en este tiempo fuera que me voy a tomar me llegue una pizquita de vuelta. El viernes cumplo treintaytres años y no quiero terminar así esta vuelta al Sol, la quiero terminar llena de luz y de vida, como la empecé. Hoy hace un año me enteré que venía Vega.

Os quiero pedir disculpas de antemano porque no he tenido tiempo de editar bien el borrador y puede que haya alguna falta. Lo corregiré en cuanto pueda. Gracias

 

Decir no a los niños #21diasdiciendonodeotramanera

Después del reto del mes pasado para intentar alentar en vez de halagar a los niños, me pedisteis otro reto para decir no de otra manera. Este artículo lo escribí este verano, pero lo he reciclado para que salgan los 21 días que parece que son necesarios para crear una nueva rutina (No sé si es verdad o es algo que de repetirse tanto lo parece, de todas maneras es uno de mis números favoritos). Espero que os guste.

Me pensé mucho cómo titular este reto porque, por un lado, no quería que la gente interpretara que los niños necesitan todos los límites del universo, ni por otro lado que pensaran que hay que darles todo lo que quieran. Creo que hay que buscar el equilibrio.Obviamente, ni podemos ni queremos darles todo lo que ellos quieran, salvo que seas Vernon y Petunia Dursley XD, pero es que además no es respetuoso para ellos, ni les alienta a desarrollar habilidades de vida…

Por otro lado, cuando los niños son pequeños hay que informarles de los limites (respeto a sí mismos, respeto a los demás, respeto al ambiente) y cuando son más mayores podemos consensuar los limites con ellos. La frase «poner límites» me da un poco de dentera y mira que a algunos adultos me encantaría ponérselos, jiji, pero realmente la única conducta que podemos modificar es la nuestra, ¿no os parece?

Lo que no puedo daros es soluciones mágicas para que los niños obedezcan, eso no pasa ni con los castigos, ni las amenazas, mucho menos va a pasar con métodos largoplacistas. Seguramente habrá enfados, rabietas y discusiones, pero el objetivo no es que no existan, sino aprender de ellas y permitirles que desarrollen sus habilidades de vida a la vez que superamos los retos del día a día.

Cuando decimos no, sin más, seguramente la amigdala de la otra persona va a activarse y va a reaccionar. Si les ofrecemos una alternativa que sí sea respetuosa para todos, cooperar va a ser mucho más sencillo.

Un niño menor de tres años es básicamente incapaz de entender el no. Su mente funciona de forma distinta, de esto hablaremos otro día. ¿Qué hacer entonces? Cuando son muy chiquitines, distraer, redirigir, dar opciones y usar mucho el humor y la sorpresa. Según van creciendo podemos ir desarrollando nuevas estrategias y cuando son adolescentes no debemos tener miedo a decirles «Te quiero y la respuesta es no».

En estos 21 días que vamos a estar juntos en el reto voy a proponerte varias cosas, dependiendo de la edad podréis optar por unas, por otras o por todas, pero todas tienen en común lo siguiente: Primero conectar, después redirigir Por ejemplo:

– Estás frustrado porque querías cruzar solo, ¿verdad? La próxima vez te avisaré un poco antes en vez de cogerte la mano.

– Entiendo que estás cansado y es hora de recoger los juguetes, ¿Lo hacemos juntos?.

– Entiendo que estás enfadado porque querías ir con tus amigos mayores de botellón, Y no tienes edad para beber alcohol.

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A continuación os comparto las alternativas, no olvidéis que estas estrategias no van a funcionar a largo plazo si no hemos cambiado nuestra forma de pensar respecto de la infancia, y sobre todo que no todas las opciones aplican a todas las edades…

Respetuoso, razonable, relacionado y útil. Si no lo es, no es una solución.

ALTERNATIVAS AL USO DEL NO EN NIÑOS

  1. Decir exactamente qué puedes hacer. En vez de decir no corras, puedes decir párate. En vez de compórtate en la biblioteca. Hablemos en silencio, por favor.
  2. Distraer y redirigir: Mira lo que he encontrado para que juguemos, especialmente útil distraer con movimiento: Salir a dar un paseo, bailar, poner música, etc en vez de decir NO juegues con esto.
  3. Acudir al cuadro de rutinas. En vez de decir No puedes seguir jugando, decir «Mira, después de cenar, nos limpiamos los dientes, leemos y nos dormimos». No les «mandamos» nosotros, «manda» el cuadro de rutinas que se han consensuado en una reunión familiar.
  4. Recordar la consecuencia natural. Si tiras este juguete al wc, desaparecerá en vez de No lo tires.
  5. Evita las consecuencias lógicas lo máximo posible, pueden ser un castigo. Úsalas como ultima alternativa en una situación que no admita enfocarse en soluciones: Si os peleáis en el coche, tendremos que pararnos para poder solucionarlo. (Y por supuesto no olvidar preguntar, ¿qué os parece que podemos hacer para estar todos a gusto?)
  6. Responder con una pregunta de curiosidad. Quieres ir a darte un baño sin recoger los juguetes, ¿cómo podemos recogerlos lo mas rápido posible? en vez de NO te muevas hasta que no recojas los juguetes.
  7. Pedir cooperación para resolver un conflicto. ¿Cómo podemos hablar para estar en la biblioteca y que los demás puedan disfrutar del silencio? en vez de decir NO hables alto. (Hay edades y edades, si no le sirve un recordatorio, es que es demasiado pequeño para entender el motivo).
  8. Responder con una pregunta cerrada. ¿Quieres que te ayude a recoger o prefieres hacerlo solo?.
  9. Decir sí: Sí, puedes sacar este juguete cuando recojas el resto. Tan pronto como termines de… entonces… (Sin olvidar los principios de la DP: todas las personas tienen derecho a usar su poder personal).
  10. Dar opciones limitadas. Es muy tarde ¿Puedes leer un cuento o puedes pintar tranquilamente en tu cuarto, qué prefieres? en vez de No puedes estar levantado saltando a esta hora.
  11. Pedir ayuda: Necesito ayuda, voy a llegar tarde a mi trabajo y necesito dejarte primero en clase, ¿Se te ocurre como podemos salir más rápido de casa? en vez de NO te entretengas.
  12. Dar expectativas claras. Puedes coger el juguete de tu hermano en cuanto él termine de usarlo en vez de NO se lo quites de las manos. (Al tiempo que ofrecemos nuestra ayuda).
  13. Hacer observaciones sin juicios y verbalizar sentimientos. Veo que estás muy enfadado porque quieres comprarte este juguete de la tienda en vez de decir «No grites, no llores».
  14.  Decir una frase corta para recordar: Hora de la cena en vez de un NO juegues más y ven a cenar y/o un sermón.
  15. Lenguaje no verbal: Señalar el reloj en vez de NO puedes estar despierto a esta hora o no puedes seguir en el parque.
  16.  Decir lo que nosotros vamos a hacer: Voy a sentarme aquí y esperaré, ¿me avisáis si necesitáis ayuda para resolver el conflicto? en vez de NO os peléis.
  17. Brainstorming de alternativas o cambiar esa norma. Sentémonos a pensar un momento qué opciones tenemos para resolver esto en vez de NO puedes comer el postre antes de la comida. (Sobre este tema del postre podríamos hablar largo y tendido XD).
  18. Reuniones de familia. Si quieres podemos discutirlo en la próxima reunión familiar.
  19. Negociar. Si nos acostamos tarde, mañana estarás cansado ¿quieres probarlo?
  20. Ser consecuente: Hora de apagar la tele, ¿cuál era nuestro acuerdo? Entiendo que te apetezca esta bolsa de chuches Y son malas para la salud, en vez de NO veas tanta tele, NO comas chuches.
  21. El sí definitivo. Un sí que no se esperan cuando decimos mucho que no puede ser muy divertido también, «la excepción» lo llama Abril como cenar un día en el salón viendo una peli cuando es una norma no comer en el salón. Ser flexibles a la par que consecuentes para mí es clave para llevar una crianza relajada

 

¡Si se os ocurre alguno más soy toda oídos! Os espero en los comentarios.

Gracias

 

¡Espera un momentito!

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