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Cinco años, cinco, que pasaste de mi útero a mis brazos, mirándome con una profundidad que aún me pone la piel de gallina. Como si nos acabáramos de conocer y a la vez nos conociéramos de siempre. Cinco años, de amor, de aprendizajes, de risas, de alegría pura. Cinco años de haberme despedido de mi antigua yo, porque ya no volveré a ser la misma. Cinco años de noches sin dormir, de conversaciones interrumpidas, de proyectos pospuestos. Cinco años sabiendo lo que es vivir con un trozo de tu alma fuera de tu cuerpo. Cinco años sabiendo lo que es el amor incondicional. Cinco años queriéndote con locura. Cinco años

Cinco años princesa y parece que fue ayer y parece que fue hace mil años. Tuviste suerte, la suerte del primogénito, que ya no hereda las tierras, pero si nos disfrutó con plena energía y con pleno entusiasmo, con mucho sueño acumulado. Nos estrenaste, con toda la ilusión y las ganas que eso conllevaba para nosotros, pero también fuiste nuestra tester. Nos hemos equivocado tantísimo, nos hemos frustrado tantas veces, te hemos exigido en ocasiones demasiado, pero sobre todo te hemos pedido muchas veces disculpas. Nos estrenaste sí, pero  primerizos y un poco atontados. Y te hemos querido con la pasión de los novios adolescentes.

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Y es que sin tí no sería quien soy ahora, han pasado cinco años y toca hacer balance, ¿He estado todo lo presente que me hubiera gustado? ¿He estado siempre a la altura? ¿Te he dado todo lo que merecías? Sé que no, y duele, pero también sé que nunca me había esforzado tanto por nadie. Y ese es el poder que has tenido, una transformación tan increíble, tan sanadora, tan viva que nunca sabré como agradecértelo.

Eres una niña maravillosa, es increíble ver como te desenvuelves, lo autónoma que eres, como me preparas el desayuno y me cuidas cuando no me encuentro bien, porque en estos meses tengo la sensación de que, aún más que de costumbre, se han invertido un poco los papeles, y eres tú quien cuidas y yo me dejo cuidar, porque realmente pareces la única que tiene tiempo para hacerlo y porque a ti te encanta hacerlo. Pero también pides mimos y abrazos y leer cuentos y yo sólo querría parar un ratito el tiempo cada noche para poder dedicártelo en exclusiva, pero ya has asumido que no puede ser y no lo echas de menos. Eres la pura bondad.

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Te podría decir cuanto te admiro, lo orgullosa que estoy de la persona en la que te has convertido, lo mucho que te quiero, pero aún duermes pequeña,  duermes a mi lado, porque por mucho que te intenten convencer de lo contrario, sabes que dormir con quien más quieres no te hace más o menos mayor, más o menos independiente. Te diré esto en un ratito y me cogerás la cara con las dos manos, me clavarás tus ojos en los míos y me dirás con una sonrisa “Lo sé, mami” y a mí solo me quedará comerte a besos como llevo haciendo cinco años. Me pedirás que preparemos tu tarta para el cumple porque «sé que no estás para fiestas pero nos hace mucha ilusion». Me pedirás que te cuente la historia de como naciste y yo lloraré como no lloré aquel día. Y me abrazarás y me darás las gracias como si fueras tú la que me debe algo y no yo la que te lo debo todo. Y harás alguna broma para que te haga cosquillas.

Tu risa contagiosa, tu sonrisa divertida, tu vehemencia y tu mal humor. Tan parecida y tan tan mejorada. Tan divertida, tan creativa, tan maravillosa. Tan amorosa, tan cariñosa, tan dulce. Gracias por traer el sol a nuestra primavera, pequeña. Gracias por cinco años de la más pura luz.

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Gracias pequeña por ser tan tú, feliz cumpleaños <3

*Todas las fotos salvo la imagen destacada son de la lindísima Ara Schmetterling

¡Espera un momentito!

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