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Hoy os cuento mi semana que ha sido dura no, lo siguiente, fin de trimestre del cole con Abril de nuevo malita, de como se acercan los cumples de las peques y me remueven un montón y también os cuento, con tristeza, que estoy un poco quemada con las exigencias del blog y estoy intentando encontrar el equilibrio.

Si estuviéramos tomando café os contaría que las noches terminaron ya en tragedia, que acabé descolechandome el domingo, dejándole un buen marrón a Macho Alfa, pero que no sentí ni pizca de culpita. Bueno, tengo que reconocer que una poquita cuando Abril me dijo «Te prometo, te prometo que esta noche no te voy a despertar mami, te lo prometo«, fue como un puñal en mi corazón, pero es que estaba tan al límite del agotamiento, que no tenía ni tiempo para sentirme mal. La noche para ellos fue espantosa, pero a mí, esas 6h que dormí me vinieron de lujo, me sentía una super hembra con poderes de madre. Y menos mal que triunfó la cabeza sobre el corazón, porque al día siguiente empeoraron del todo. Tuvimos incluso que separarnos con las niñas (no lo hacíamos desde las primeras noches infernales entrañables de Emma recién nacida) y Abril y yo dormimos en una cama de 80 cm. Cada vez que se giraba me decía»Mamá que feliz soy de dormir contigo», «Mami como me gusta que me abraces toda la noche», «Mami me encuentro mucho mejor porque estás a mi lado». Te quiero un montón». Bueno que no es dé envidia porque eso signficaba despertarme cada 20 minutos y luego se transformó en la niña del exhorcista al limpiarle los ojitos (también tiene conjuntivitis, no nos privamos de nada).

Si estuviéramos tomando café os contaría que cada vez que Abril se pone enferma ya no sólo me entra la culpa genética, sino que además entro en psicosis pensando en que la vuelvan a ingresar. Por suerte esta vez hemos controlado la crisis en casa. La neumóloga me dijo que menos mal que no había ido a guardería. Casi la planté un beso en los morros, por eso y porque cuando me dijo que tenía un factor hereditario me debió ver en la ojos la palabra CULPA -así en gigante con letras de neón- y me dijo, bueno no me acuerdo que me dijo fue algo así como «no te hagas pajas mentales, que no tienes la culpa». Un amor de pediatra, no me extraña que Abril quiera ser médica de niños. Os contaría que lleva a todas partes un bolso que antes estaba lleno de cuentos y muñequitos varios, ahora lleva una cámara, dos inhaladores, unas pastillas y un colirio. Que ella lo vive con naturalidad y yo celebro que sea tan responsable tan pequeñita (es una suerte con lo despistada que es su madre), pero en el fondo siento un poquito de pena. Aunque también doy las gracias porque no tengamos que enfrentarnos a problemas graves de salud. Eso es lo más importante.

Si estuviéramos tomando un café os contaría que de regalo para su cumpleaños ha pedido: Una fieta de apunzel, unos atines de Elsa y un quento (Una fiesta de Rapunzel, unos calcetines de Elsa de Frozen y unos cuentos), lo que me hace pensar que se está criando feliz y está teniendo una infancia plena cuando pide esos regalos, sobre todo cuando le preguntamos asombrados que si no quiere nada más y nos dice si, atines Alili ambién. Ea, también es generosa con su hermana, y sabe hacer pis sola y contar hasta el quince, que aunque yo sé que eso no es entender las matemáticas, a las abuelas del parque las encanta. También me dice te quiero como 20 veces al día, que eso me encanta a mí. Y también “No no y no” y “toy fadada” otra 40, que no todo es de color drossa en villatigris.

Si estuviéramos tomando café os contaría que lo que quiere Abril para su cumple es «comprarse un cartón de leche y bebérselo a morro», lo que me produce una lucha interna entre «¡Qué madre tan maniática deja que la niña chupe del cartón por una vez y pasa de las bacterías!» y por otro «¡Déjate de pamplinas, que si lo que más quiere en el mundo una niña de tres años es beber del cartón es que tiene TODO lo que necesita para ser feliz!». Y ahí están mis dos madres interiores peleándose como jabatas XD Eso sí a las dos se les cae la baba con sus «No te puedes hacer una idea de lo muchísimo que te quiero «, «Te quiero hasta el sol y de vuelta», «Que riquísima esta crema de verduras, gracias por habérmela preparado, mami. Eres la mejor». Sí, queridas, es repelentemente adorable, como los niños de los anuncios pero sin repeinar y con la ropa un poquito muy sucia, quien lo diría de aquella niña que daba vueltas frenéticamente en plena rabieta en Ikea.

Si estuviéramos tomando café os contaría que las fechas me remueven siempre muchísimo y que menos mal que  cojo vacaciones bloggeras (de hecho dejo esto programado, cuando lo leáis estaré en la gloria el campo) porque sino tendríais todo tipo de post lacrimógenos #ohcomoquieroamishijas #vomitopurpurina #cabalgosobreelarcoirisdelamor y demás exaltaciones del amor filial que tengo cada vez que se acerca la fecha en que las desalojé del utero y/o cada vez que duermen las dos 7 horas seguidas (ha pasado dos veces).

Si estuviéramos tomando café os contaría que tengo burnout bloguero, no es mi intención terminar el café con un desahogo –más-, pero si os diré que voy a tomarme un par de semanas de distancia… Para mí que no soy una persona de dar explicaciones, me cuesta mucho darlas como bloggera; que soy una persona muy dulce y amable pero también seca y cortante con quien intenta hacerme daño, me resulta muy difícil ser asertiva con la gente cruel;  para mí que el blog es como mi casa, me cuesta mucho releer antes de publicar con el pensamiento «veamos que pero sacan esta vez», ¿ tildes y laísmos? ¿mala programación? -yo tengo un calendario editorial mensual que a veces coincide con fechas tristes, como el miércoles- ¿ demasiado sincera? ¿demasiado permisiva? ¿demasiado estricta? ¿demasiado puritana? ¿demasiado malamadre? demasiado perfecta o madrealfa? ¡Hasta he publicado un post como anónimo por temor a los comentarios!  Yo no soy así en absoluto y el blog no puede ser así tampoco… pero no me apetece moderar comentarios la verdad, a ver que se me ocurre…  También os contaría que recibo una media de 30 correos de lectores diarios y no soy capaz de contestarlos todos, más las redes sociales, más los comentarios del blog, más la edición de fotos, creación de contenidos y aprender cosas nuevas para tener un blog mejor. Y aunque tú intentes dar lo mejor de ti misma, nunca es suficiente, este otro hijito que es el blog no puede ser de más alta demanda que sus hermanas. No estoy tan quemada como para dejar el blog, me gusta mucho mantenerlo, pero tengo que ver la forma de lograr el equilibrio, así que me despido por unos días, hasta que vea como solucionarlo. Nada más volver de semana santa tengo preparado un sorteo muy especial y después…  Prometo volver con el cariño y la pasión de siempre… ¡ y novedades!. Os dejo con mi lista de preguntas frecuentes. 

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Si estuviéramos tomando un café os contaría…

– Que me ha encantado esta frase que he leído en facebook y ahora no consigo encontrar la fuente: “Entre lo que pienso,lo que quiero decir, lo que creo decir, lo que digo, lo que quieres oír, lo que oyes, lo que crees entender, lo que entiendes, existen nueve posibilidades de no entenderse”.

Que me ha encantado este artículo sobre Carl Honoré, y su elogío a la vida slow que tanto me gusta; éste de Maria Acaso sobre pedagogías clandestinas que me está inspirando sobremanera, esta Entrevista a Tinus Wijnakker y esta otra a Alfie Kohn que cuestiona los valores que propicia la escuela actual.

– Que me ha encantado este artículo de este padrazo sobre todo lo que hace su mujer y nadie valora. Y tengo que añadir que Macho Alfa es quien se encarga de la compra, que sabe de que tienda es la ropa de las niñas, que es quien se encarga de organizar equipaje cuando viajamos y que ayer me mostraba una app que se ha bajado para pedir la cita del médico de las niñas y que se lo sincroniza con el calendario de la tablet. Ya os lo contaba la semana pasada, tenemos una suerte que no nos podemos creer. ¡Y siguen sin preguntarle como concilia!

– Que lo que no se le da bien es hacerme caso las 10 primeras veces que le cuento algo, os dejo este vídeo de Ikea para que os riáis lo más grande.

 

Voy con la pregunta semanal:

Gracias x este genial café, por las risas, el emocionario ( tantos sentimientos) y el cariño y alegría que trasmites. Estoy desde el movil y no m puedo explayar mucho. Me alegro q las noches vayan mejor. Y un aplauso a Abril, q niña tan especial! Como veo q casi no hay preguntas aprovecho para hacerte una sobre montessori q m ronda desde q conozco el metodo: hay algunos materiales q m parecen útiles pero tros no los entiendo: por ejemplo, las tablillas d lija.. No es mejor aprender los conceptos d áspero y suave tocando x ejemplo materiales de la naturaleza: los pétalos de una flor y el tronco de un árbol? Donde esta la auto corrección en las tablillas de lija? Veo en inet miles d pag para hacer materiales pero no explican el porque de ese material.. Por ejemplo, q se aprende haciendo gradaciones de color? Es eso importante? A veces m parece algo rígido sin sentido, para qué se degrada color o sirven los pesitos esos d distintos tamaños y pesos??? Y tanto emparejar… No es un poco como hacer fichas? Son muchas preguntas pero espero q entiendas lo que quiero decir… Y elijas mi pregunta!!

Hola Pilar, las tablillas de lija se presentan en el aula y luego lo van practicando ellos por la calle, tocando todo y diciendo áspero, suave…  No hay control del error en el material, salvo que el niño siga las franjas de lija… Con la caja de color numero tres se aprende vocabulario,  a hacer gradaciones (un importante concepto matemático) y se desarrolla el sentido cromático. ¿Con los pesitos te refieres supongo a los cilindros con botón? Igual, sirve para hacer gradaciones, discriminación visual, vocabulario y también se puede emparejar ¡que también es un importante concepto lógico matemático!  En Montessori, nada es casualidad, y ahora se sabe que el cerebro de los niños «aprende» mejor con materiales manipulativos, especialmente si necesitan usar ambas manos, como un ábaco, que con materiales, como una ficha con sumas, que no favorecen un aprendizaje vivencial. La neurociencia moderna da la razón a Maria Montessori que desarrolló su teoría en base a su experiencia y observarción de los niños. Me ha encantado responder tu pregunta 🙂

¡Muy feliz viernes y muy felices vacaciones! Nos vemos pronto

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