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Hoy no traigo nada divertido, ni educativo que contaros, el lunes volvemos con actividades chulichulis, lo prometo. Sáltate este post si es eso lo que estás buscando cuando llegas aquí. Hoy doy las gracias por la suerte de mi vida, mis hijas, pero también hablo de cosas tristes. No quiero herir la sensibilidad de nadie, pero hoy siento que es necesario.

Abril con horas de vida.


Tengo varios amigos americanos y me encanta cuando llega Thanksgiving ver todas sus mesas decoradas, las familias juntas y felices y dando las gracias por lo que la vida les ha dado. Y en eso estaba yo, dando las gracias a la vida, y pensando como reflejarlo en blog para que lo leyeran las niñas cuando fueran mayores, cuando llegaron los peores presagios para una familia que conozco. Y los peores presagios se transformaron en las peores noticias. Y desde entonces no he hecho otra cosa que llorar. Y dar las gracias.

Doy las gracias por tener dos hijas sanas y vivas.

Doy las gracias por cada día intenso, porque significa que están conmigo.

Doy las gracias por cada noche en vela, porque significa que la pasan junto a mí.

Doy las gracias por cada despertar cada hora, o menos, porqué hubo unos meses que los pasé sin ellas, recuperando el sueño y la cordura, pero con un boquete en el corazón.

Doy las gracias por cada noche que no pueden dormir por los mocos, porque la enfermedad más grave que han tenido ha sido bronquiolitis. Doy las gracias por eso continuamente.

Doy las gracias por sus risas, por sus llantos, por sus intensidades y sus ocurrencias, porque me hacen ser cada día mejor madre y mejor persona.

Doy las gracias por el dolor que viví en su día, porque era nimio en comparación con el que ni alcanzo a imaginar que pueden sentir otros padres hoy.

Y también doy las gracias por llorar, aún cada día, por el bebé que perdí hace tanto, porque significa que vivo su duelo desde la consciencia y no desde el olvido. Siempre te recordaré Ariel.

Y a tí tampoco te olvidaremos pequeño Dario, siempre serás recordado <3

Aprovecho para ofreceros recursos sobre muerte perinatal por si en algún momento os veís en esta tesitura que podáis decir las palabras adecuadas (si es que existen, que lo dudo mucho). Son de Uma Manita,  una organización de apoyo a padres que pierden a sus hijos durante el embarazo o al poco tiempo de nacer y tiene mucha información sobre ello, os copio:

Cosas que decir
– Di que lo sientes.
– Estar dispuesta a hablar del bebé.
– Recuerda que los padres pueden ser muy susceptibles y quizás no quieran escuchar noticias del embarazo de una amiga común, si quieren saberlo preguntarán.
– No digas que tienen suerte porque tienen otro hijo o porque pueden tener otro bebé. Este bebé era único.
– No intentes culpabilizar a nadie, incluso si los padres lo hacen.
– No digas que sabes lo que sienten a no ser que también hayas perdido un bebé o un hijo.
– No des consejos de cómo “deben” sentir. Sí puedes hacer sugerencias si lo ves apropiado.

En El Parto es Nuestro hay una guía, para profesionales sobre todo, de la que extraigo frases a evitar en estas situaciones terribles:

Debes evitar: “Sé fuerte” “No llores” “Es la voluntad de Díos” “Todo pasa por alguna razón, es el destino” “No es el fin del mundo” “Díos necesitaba otra flor en su jardín” “Ahora tienes un angelito” “Ahora está en un lugar mejor” “Al menos no llegaste a conocerle bien” “Eres joven, ya tendrás más” “Debes ser fuerte por tus hijos/ esposo/ familia, etc.” “El tiempo lo cura todo” “Ya le olvidarás” 

También hay recursos en el blog de Mimos y Teta y en el blog de Una Maternidad Diferente.

Abrazad mucho, hoy y siempre, a vuestros pequeños. 

¡Espera un momentito!

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