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Hoy en la sección en tu cole me cole, os presento un proyecto precioso, que me consta que está empezando a expandirse por toda nuestra geografía: Los nidos compartidos.

En concreto hoy os muestro el proyecto de Sandra, a la que conocí en mi formación como asistente Montessori, después en las de Disciplina Positiva y además ha sido parte del Congreso MYDP con trabajo en la sombra, pero que es totalmente necesario, todo mi reconocimiento, Sandra.  Madre de una niña de 5 años, maestra de Infantil, técnico en psicología, Guía Montessori 0-3, Asistente Montessori 3-6, Educadora de Disciplina Positiva para familias y en Primera Infancia, hoy nos cuenta su sueño:

¿Qué es un Nido Compartido?

La explicación corta y sencilla, un Nido Compartido es pedagógicamente hablando lo mismo que una Madre de día, pero la actividad se lleva a cabo en la casa de uno de los peques y no en la casa de la acompañante/educadora.

La explicación mas elaborada y en caso de que alguien no sepa qué es una Madre de día es que, unas familias amigas/vecinas se unen en la casa de una de las familias para compartir el cuidado de sus peques (máximo 4) que estarán a cargo de una acompañante respetuosa con formación y experiencia en educación y pedagogías alternativas, que les acompañará y guiará durante el horario que se acuerde entre las familias y la acompañante mientras mamá/papá se van a realizar sus actividades diarias.

¿Quiénes pueden formar parte de un Nido Compartido?

Familias con peques que buscan una crianza sin prisa en el calor del hogar, que desean que su peque tenga una red de apoyo y confianza para socializar y desarrollarse integralmente, desarrollando un vinculo seguro con la acompañante quién será su “mamá gallina” mientras mamá y papá salen a realizar sus actividades diarias fuera del Nido.

¿Cómo surgió la idea del Nido Compartido?

Voy a separar la respuesta en 3 comentarios…

Personalmente yo creo que la idea de los nidos es tan antigua como la maternidad misma, puesto que, como seres sociales que somos siempre hemos buscado compañía y en la crianza no ha sido excepción. Si hemos sobrevivido como especie es en parte a esa crianza en tribu que nos permitió tener lazos estrechos y de apoyo. En la actualidad con la vida urbana, la crianza ha pasado a un plano individual, criamos mayormente de manera “privada” y en soledad. Pero las necesidades sociales y de ayuda en el cuidado de los peques siguen estando allí, entonces buscamos compañía con nuestra familia o familias amigas y delegamos el cuidado de los peques a terceras personas, ya sea en casa con familiares, cuidadoras o en escuelas infantiles.

Como madre llegué a conocer de primera mano lo que en esencia es un Nido Compartido (aunque en ese momento no le asignara ese nombre). Cuando mi hija iba a cumplir dos años y yo tenía que empezar a trabajar, después de haber alargado al máximo su crianza exclusivamente en el hogar con ayuda de los abuelos, me nacía que estuviera en un espacio familiar, acogedor, sin prisas. Buscando y buscando encontré un grupo de familias (8 en total) que se organizaban para el cuidado de sus hijos, era un proyecto que llevaba 5 años funcionando, tenían un local con salida al parque, una acompañante y entre todas las familias compartían los gastos. Fui a conocer el proyecto y me enamoré, así que no dude en unirme y fue una experiencia inolvidable. El proyecto cerró ese año, pero a día de hoy muchas de las familias que en él participamos seguimos siendo “Tribu”, esta tribu para mi es uno de los regalos más grandes que tengo, saberme acompañada y acompañar, compartiendo crianza. Es una experiencia que no cambio por nada.

Como educadora infantil y después de 10 años pasando por algunas clases tradicionales y ambientes Montessori en distintos centros, llegando a tener grupos de incluso hasta 22-24 peques de 2 años, intentando llegar a todo y todos y viendo como no era posible hacerlo, al menos no de la manera en la que me gusta a mí, con dedicación, tranquilidad y mimo a mis peques y sus familias, fui buscando otras formas de ejercer, teniendo siempre el recuerdo y experiencia de ese proyecto tan bonito que nos acogió cuando mi hija tenía dos años y así de nuevo, buscando y buscando encontré la página de entrearrullos.com quienes promueven los cuidados en el hogar, uno de sus servicios es conectar acompañantes con familias que desean este tipo de cuidados para sus peques, contacté con María quien es una de las mentes maestras detrás del proyecto Entre Arrullos y me invito a unirme a su página creándome un perfil de educadora/acompañante para que otras familias pudieran conocerme e invitarme a formar parte de un NIDO ya sea en exclusivo (una familia) o compartido (máximo 4 familias). Fueron ellas quienes me acercaron al termino “Nido Compartido” para referirnos a esta forma de criar sin prisas en el calor del hogar.


¿Cuáles son las ventajas de un Nido Compartido?

Ratio reducida
Acompañamiento emocional
Salidas diarias al exterior
Reducción de riesgo de contagio
Ritmo relajado
Atención plena a sus necesidades
Periodo de familiarización flexible
Relaciones familiares y de confianza
¿Cuál es la implicación de los padres en un Nido Compartido?

La implicación de las familias es vital para la creación y realización del Nido, desde la elección de la acompañante, la búsqueda de otras familias que se unan al Nido en caso de que el Nido sea Compartido, el acondicionamiento del espacio en conjunto con la acompañante, comunicación abierta y continua con la acompañante, etc.

¿Qué necesita mi hogar para ser Nido?

Las necesidades son mínimas y la mayoría de hogares con peques ya cumplen estas características…

Luz natural y ventilación
Espacio para el juego (ya sea en una habitación o en el propio salón)
Espacio para el descanso (puede ser con un colchón bajo que se pone cuando se necesita)
Espacio para la higiene (un baño, orinal, taburete para el lavamanos, una papelera)
Un parque o patio cercano

¿Cómo es el periodo de adaptación?

Como he mencionado en las ventajas, el periodo de familiarización es flexible y se acomodaría a las necesidades de cada peque, familia y grupo. Cada familiarización es distinta, pero en definitiva es un periodo de cambios y procesos que necesita acompañamiento emocional tanto para niños y adultos. La acompañante se encargaría de cuidar este proceso para que sea respetuoso con cada integrante del Nido.

¿Cómo trabajan los niños? ¿Cómo se distribuye la jornada en un día normal?

La idea del Nido es ofrecer a los peques un espacio relajado en donde puedan trabajar a su ritmo y tiempo, con materiales y juegos que les aporten y sirvan de herramienta para satisfacer sus necesidades intrínsecas que les guían hacia el conocimiento, aprendizaje y desarrollo de habilidades y destrezas.

La jornada dependerá del horario acordado entre familias y acompañante, pero los ritmos de una jornada completa serían más o menos así.

Buenos días y despedida a mamá/papá, canciones, cuentos, juego libre o realización de trabajos con materiales pensados en sus necesidades y desarrollo evolutivo, desayuno (priorizando fruta), higiene, siestas de mañana (para quien la necesite), salida al parque/patio, higiene, poner la mesa, comidas, momento de relajación, higiene, siesta y al despertar mamá/papá ya estaría de vuelta.¿Cómo son las salidas al exterior?

Las salidas serían diarias (siempre que el tiempo lo permita), para oxigenarnos y divertirnos en un parque cercano o en patio privado (en caso de contar con él). Al igual que una madre de día, la acompañante del Nido se organizaría para ir de manera segura al parque (andando, con carrito, mochila ergonómica, etc.)

¿A cuánto ascienden las cuotas?

Esto dependerá del horario y el sueldo acordado entre familia(s) y acompañante. En Entre Arrullos nos proponen unas cantidades mínimas que se pueden consultar en su calculadora en la pagina de inicio en entrearrullos.com que además desglosa la cantidad mostrando el salario de la acompañante, la seguridad social y especificando la cuota de cada familia

Por poner un ejemplo, un Nido (de una familia), con una acompañante a 40 horas semanales sería una cuota mensual de: 1.381,49 euros. Pero, si ese nido fuese un Nido Compartido y participaran 4 familias en total, la cuota para cada familia sería de: 369,33 euros.

¿Algo más que te apetezca contarnos?

Si, Estoy buscando familias que deseen formar un Nido en Madrid ciudad, conmigo como acompañante y juntas formar un espacio de crianza que satisface las necesidades de peques y adultos. Deseo poder acercar a más familias la oportunidad de criar acompañadas, en Tribu, como en su momento y a día de hoy yo sigo haciéndolo.

Si te interesa, puedes escribirme y/o compartir esta información con familias a las que les pueda interesar. También puedes visitar mi perfil en la plataforma de Entre Arrullos entrearrullos.com/usuarios/sandra/  y el de otras acompañantes y familias.

Y por último y no menos importante, agradecer a Bei por su trabajo, su dedicación, su simpatía y por este espacio de comunicación. ¡Eres luz guapa, sigue brillando!

 

Copyright de las imagenes: Entre arrullos

¡Espera un momentito!

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