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¡Feliz año nuevo!

Este año he cumplido todos mis sueños, los que tenía de niña, de joven, incluso los que no sabía que tenía. Y, sin embargo, al revisar mi agenda y hacer el tradicional cambio de lista interminable de agenda a agenda nueva, sentí cierta tristeza. Ni de lejos he cumplido con todo lo que me había propuesto, en absoluto. Una de las cosas era el blog y bueno, no ha podido ser.

La tristeza se convirtió en enfado y frustración según iba haciendo el traslado de “to-do”s

Cuando me siento así, intento parar y escucharme. Y en esa introspección estaba cuando me avisaron de que empezaba nuestra reunión, asamblea, familiar. Emma siempre quiere empezar, y ese Vega pidió que a ella le agradeciera la primera y finalmente le conmovió tanto su cara después de escuchar su agradecimiento, que le cedió el honor, nuestra jefita leona nos regaló un momentazo, diciéndole a cada uno justo lo que necesitaba oír con su lengüita de trapo “Agaesco a Emma mi miquillaje, agaesco a Aaaabil que me encuentrara mi sapato, agaesco a Lola jugar juntitas, agaeesco a mamá que me achuchado, agaesco a papa que me coja”. Dos añitos y medio y es capaz de hacer este proceso, me llenó de energía y alegría, de ánimo y de aliento. Siembras y siembras, no por recoger la cosecha sino porque sabes que es lo correcto y de repente algo germinara y florece y es una sensación indescriptible.

Y entonces decidí transformar mi tristeza en agradecimiento y contarlo aquí, porque sentir gratitud y no expresarlo es como comprar un regalo y no darlo… Así que me he dispuesto a agradecerme todo lo que no he hecho 🙂

Gracias por todos esos post que dije que iba a escribir y no hice, porque el motivo por el que no lo hice fue jugar con mis hijas, acompañarlas, observarlas y disfrutarlas.

Gracias por todos aquellos proyectos que anoté y no inicié, porque no lo hice porque estaba demasiado ocupada achuchando pequeños cuerpecitos que cada día crecen más rápido.

Gracias por todos esos propósitos que apunté y ni siquiera me plantee, porque no lo hice porque estaba demasiado ocupada trayendo un ser humano excepcional al mundo, cuidándola, a ella, a sus hermanas y a mi misma.

Gracias por todas esas listas interminables de cosas que hacer porque no logré tachar todos los cuadraditos porque estaba con los brazos demasiado llenos para poder hacerlas.

Y sigo agradeciendo.

A todos esos conflictos en redes porque me han hecho valorar realmente cual es mi propósito, relativizar, trabajar la compasión, la empatía y el sentido del humor. Gracias por hacer que valoré realmente a la gente que sí que suma. Así que gracias de corazón a todos los que me habéis dejado entrar en vuestras casas todos estos años. Gracias por vuestro cariño, vuestro agradecimiento, vuestro aliento. Gracias de verdad.

Gracias a mi misma, porque como ha sido habitual estos años me he puesto siempre en último lugar, pero cuando ha sido necesario he subido del archivador de la Z a la A de inmediato, sin ningún tipo de culpa, gracias porque cada día tengo más olvidada a esa madre perfecta que no tengo intención de ser. Has escrito un libro y medio, has gestado,parido y maternado una hija y cuidado tres más,has trabajado durmiendo tres horas, quema la agenda, en serio XD

Gracias a mis hijas por todas las oportunidades que me dais cada día de ser una persona mucho mejor. Moláis. Infinito. Gracias por sacarme a cantar al karaoke de la vida, sabiendo lo mal que canto XD Gracias por aceptar mis errores y también por recordármelos cada día. Gracias por dejarme ser vuestra influencer, aunque no sepa bien para que sirve un “praimer” XD Gracias por no hacerme caso y seguir sin hacer lo único que os he pedido “crecer des pa ci to” porque me hace ponerme todavía más las pilas, en diez navidades tendré cuatro adolescentes en casa y en diez más quizás ninguna viva ya conmigo. Perspectiva absoluta.

Gracias a mi coach por recordarme que me enfoque en las fortalezas y no en las cagadas, gracias por esperar conmigo diez años – solo quedan tres espero XD- para poder ver por fin una serie en Netflix, gracias por la aventura, por no bajarte del tren, ni tirarnos en marcha XD, gracias por dejar de ser tan águila para poder ser esfinge alada y gracias por los abrazos y las risas.

Gracias a mi entorno, amigos, familia, tribu, por no decirnos que nuestras decisiones eran absurdas y también por decirlo y aún así desearnos suerte, en ambos casos, gracias por tanto cariño, por las risas y por tenernos en mente, aunque ya no estemos tan cerca físicamente.

Gracias a la vida, por haberme regalado lo sufriente, la suficiente locura para apreciar la calma, la suficiente tristeza para valorar la alegría, los suficientes errores para aprender de ellos y de mi misma. Compasión con pasión.

Este año 2019 no hago ningún propósito, ninguno, total no los cumplo XD. Gracias por regalarnos un año más. 2019 voy a disfrutarte infinito, sin pretensiones, sin altas expectativas, fluyendo lo más que pueda y cabreándome cuando toque y aceptándolo y tomando decisiones cuando pueda hacerlo. Gracias por adelantado por los 365 regalos que vas a hacernos.

Otra vez el champán, las uvas y el alquitrán. Eso cantaba Vega hace unos días, en su lengua de trapo, cuando por fin nos dimos cuenta nos dio un ataque de risa.  Este año hemos tomado pocos cafés, pero me prometí despedirme de ti, y aunque sea in extremis, a punto de preparar las uvas, gracias por estos ratitos, por estos años y por todo vuestro cariño.

Que tengas un año maravilloso. Gracias por dejarme colocarme en vuestras casas. Gracias por venir a los talleres, Gracias por acercarme vuestros libros para que los firme y con la excusa darnos un achuchón.

Gracias, gracias y mil veces gracias.

 

¡Espera un momentito!

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